Cuando vayas a confesar, hazlo de esta manera:
1. Te acercas al sacerdote, te pones de rodillas, haces la Señal de la Cruz y saludas a tu Madre Santa María diciendo: AVE MARÍA PURÍSIMA.
2. El sacerdote te acogerá con estas u otras palabras: El señor esté en tu corazón para que te puedas arrepentir y confesar humildemente de tus pecados.
Puedes decir estas palabras del Evangelio: Señor, tu lo sabes todo: Tu sabes que te amo.
3. Le dices si es la primera vez que te confiesas o el tiempo que hace desde la última confesión y confiesas tus pecados.
4. El sacerdote te ayudará y te dará unos consejos para que puedas mejorar. Después te mandará una obra de penitencia.
5. Expresa tu arrepentimiento diciendo, por ejemplo, estas palabras del Evangelio: Jesús, hijo de Dios apiádate de mí que soy un pecador.
6. El sacerdote levantará su mano sobre tu cabeza y pronunciará estas palabras de perdón o absolución:
Dios padre misericordioso,
que reconcilió consigo al mundo
por la Muerte y Resurrección de su Hijo
y derramó el Espíritu Santo
para la remisión de los pecados,
te conceda, por el ministerio de la Iglesia,
el perdón y la paz.
Y yo te absuelvo de tus pecados,
en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Y tú respondes:
Amén.
El sacerdote concluirá con estas palabras:
La Pasión de nuestro Señor Jesucristo,
la intención de la bienaventurada
Virgen María y de todos los Santos,
el bien que hagas
y el mal que puedas sufrir,
te sirvan como remedio de tus pecados,
aumento de gracia
y premio de Vida eterna.
7. El sacerdote te despedirá diciendo:
Vete en paz.
Tú te levantas y te vas. Cumple la penitencia que te ha impuesto el sacerdote cuanto antes y da gracias a Dios por haberte perdonado.
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